Ficha de Shade

Hace mucho tiempo, en el Puerto de Mün Chesire, en la isla del mismo nombre, nació un niño enfermizo en una familia adinerada. El chico tuvo que ser criado en casa debido a su delicada condición, gracias o eso desarrollo un gusto por los libros, sobre todo los de fantasía y aventuras, en los cuales se proyectaba explorando lejanos confines. Cambien tuvo una buena educación en las artes arcanas gracias a que su tutora era una anciana bruja, aunque veía sus clases a escondidas de sus padres.
Lewis soñaba con tener aventuras y viajar a lugares lejanos, estaba muy interesado en las cosas por descubrir, por lo que la mayoría del tiempo se encontraba soñando despierto, ignorando a la gente a su alrededor.
Al vivir lejos de las personas, no se desarrollo socialmente, y tampoco tenía interés en hacerlo, simplemente le disgustaba la gente, le parecía muy aburrida.
Un día, teniendo Lewis ya mas de 18 años, apareció un Rey en el puerto. El lugar era un centro de comercio bastante acudido y exitoso, así que nadie del pueblo vio el barco acercarse. El alcalde, aún sin conocer el rey, sabiendo que debía de tener grandes riquezas, organizó un festín en su nombre, al cual todo el pueblo acudió, excepto Lewis.
Lewis escuchó que aquel rey tenía muchos tesoros y se asombró con la idea de poder presenciar que misteriosas reliquias podía tener en su barco, así que planeo un escape de su casa.
Logró salir, pero como jamás había salido, se perdió en el pueblo hasta llegar a una playa rocosa, donde tuvo un encuentro que cambiaría su vida.
Del agua vio salir una cola llena de colores, colores que llenaban de luz aquella oscura playa, al hundirse, emergió una figura femenina con aspecto misterioso. Lewis estaba aterrorizado, sabía que eso era una sirena, y que era una criatura peligrosa y maligna, que se dedicaba a engañar a marineros para ahogarlos.
La sirena se acercó rápidamente y tomó a Lewis de su mano izquierda, sin actuar de manera agresiva.
Poco a poco su aspecto fue cambiando a uno desagradable y horrible, Lewis se despertó de su sosiego y huyó soltándose de aquella criatura.

Corrió hasta estar en otro lado del puerto, sorprendido de que su débil cuerpo resistiese la carrera, se vio al lado de un imponente galeón negro. Lo identifico como el barco del rey, porque vio como algunos guardias que vestían con armamento dorado iban y venían de el. Olvidando momentáneamente el asunto de la sirena,
se dispuso a ver las riquezas de aquel gobernante. Se escondió tras un arbusto hasta que no quedase ningún guardia a la vista y subió. Allí no encontró ningún tesoro, pero vio algo extraño en el mástil de la bandera, había una bandera que había sido bajada. Al acercarse pudo confirmar que se trataba de una bandera pirata. No era ningún rey, era un pirata que con sus pocas riquezas se hizo pasar por uno. Al poco tiempo escuchó un ruido que venía del pueblo, gritos y explosiones se oyeron, estaban arrasando con todo el lugar.
Vio que algunos piratas que se habían hecho pasar por guardias se acercaban rápidamente al barco con tesoros robados.
Lewis estaba asustado, sabía que si lo descubrían allí lo matarían, así que involuntariamente disparó uno de los pocos hechizos ofensivos que dominaba a la cadena del ancla, rompiéndola. El barco se fue a la deriva, y Lewis vió como se alejaba del único hogar que jamás conoció.
Esperaba morir pronto, sin conocimientos sobre como controlar un barco, con un cuerpo débil y solo a bordo no tenía chances de sobrevivir. Pero pasaron los días.
Lewis notó que una marca aparecía en su mano, donde le había tocado la sirena. La marca era una extraña runa indescifrable.
Desde que Lewis obtuvo aquella marca, empezó a notar cosas extrañas. Sus enfermedades dejaron de hacer efecto, el barco parecía navegar por su cuenta, y por mas que pasaba el tiempo, su aspecto no se degradaba. Había dejado de envejecer.
Después de aquello, nadie creyó su historia, y lo tomaron por pirata gracias a su barco, Lewis siempre lograba huir, pero su nombre quedó manchado, y al final, olvidado.
Tiempo después consiguió una adivina que le confirmó que su marca se debía a una maldición de aquella sirena, una maldición que si bien le otorgaba ciertas virtudes, le deparaba un destino horrible
"Alguien que haya sido tocado por una sirena, está destinado a morir ahogado"
Desde entonces Lewis viajó por el mundo, aprendió a controlar su barco sin necesidad de tripulación, gracias a sus poderes mágicos y a las virtudes de la maldición. Buscaba respuestas, hasta que empezó a olvidar su propósito inicial, enfocándose en poder cumplir lo que de joven jamás pudo. Viajar por el mundo, descubrir parajes extraordinarios y encontrar los mas grandes tesoros. Antes de que sucediese lo inevitable.
Mucho tiempo pasó, el nombre de Lewis había dejado de pronunciarse hace tiempo, pero historias entre los marinos empezaron a hablar acerca de un barco pirata. Un barco con un solo navegante, un navegante que no envejecía, un navegante con una extraña marca en la mano.